Ada Lovelace – Pioneras de la informática

Ada Lovelace - Pioneras de la informática.

Especial 11F

ADA LOVELACE

Pioneras de la informática, 1ª parte

Dos personas trabajando juntas para inventar una máquina completamente nueva, capaz de hacer cosas que nadie había imaginado. Una muchacha del siglo XIX apasionada por las matemáticas, y por todo lo que se podía conseguir con ellas. Y el nacimiento del primer programa de ordenador de la historia. Descubre con nosotras la increíble historia de Ada Lovelace y la máquina pensante.

MATERIAL EXTRA

Engranajes de la máquina diferencial de Charles Babbage - Pioneras de la informática - Ada Lovelace
Mecanismos de la máquina diferencial ideada por Babbage. Imagen de Marcin Wichary, CC BY 2.0, vía Wikimedia Commons.

 

 

Ada Lovelace – Pioneras de la informática

Este episodio es parte de la grabación en vivo que hicimos el 11 de febrero de 2022 en el Espacio Fundación Telefónica. Fue un día muy especial porque, además de ser la primera primerísima vez que La Lupa grababa en vivo con tod@s vosotr@s, en esa fecha celebrábamos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Lo festejamos por todo lo alto con un episodio en el que recordamos puntos importantes de la historia de la informática a través de las peripecias de tres pioneras: Ada Lovelace, Hedy Lamarr y Margaret Hamilton. 

Al final de los extras os dejamos el vídeo de la grabación completa. 

Ada Lovelace, Charles Babbage y… ¿el primer ordenador?

Ada Lovelace y Charles Babbage. Historia del primer ordenador.
Retratos de Ada Lovelace y Charles Babbage. El de Ada fue pintado por Margaret Sarah Carpenter, y es de dominio público vía Wikimedia Commons. El de Charles es de Antoine Claudet y es de dominio público también vía wikimedia Commons.

De momento vamos a hablar de Ada. 

¿Quién fue Ada Lovelace? Pues una mujer apasionante que vivió en la Inglaterra de la época victoriana, justo en los tiempos de la Revolución industrial. Ada puso su inteligencia al servicio de las matemáticas y del fantástico mundo de la computación acompañada por el inigualable Charles Babbage. 

Juntos soñaron con una máquina que, accionada a fuerza de vapor, pudiera calcular y hacer muchas más cosas. Algunas de esas cosas las hacen nuestros ordenadores hoy día. Ellos imaginaron todo esto en un tiempo en el que el mundo alucinaba con las locomotoras a vapor y el telégrafo estaba en pañales. 

Eran dos visionarios. Dos personajes increíbles. Pero, para conocerlos mejor y como nos gusta hacer siempre, vayamos por partes.

La Revolución Industrial

A veces es difícil hacerse una idea de cómo de moderna es una innovación si no se sabe cómo vivía la gente antes, ¿verdad?

El siglo XIX fue muy intenso. A lo largo de esos 100 años pasaron muchas cosas, pero sobre todo la vida empezó a moverse más rápido.

Barco velero. Transporte antes de la edad del vapor - Pioneras de la informática
Barco velero pintado por Thomas Whitcombe. Imagen de domino público vía Wikimedia Commons

Hasta entonces las mercancías se transportaban en carro, el viento o las corrientes de agua hacían funcionar los molinos y los veleros eran los dueños del océano.

Y entonces llegó el vapor, llegaron las máquinas, llegó la Revolución Industrial. Empezaron a surgir fábricas enormes en todas las ciudades en las que máquinas hacían el trabajo que hasta entonces había hecho la gente a un ritmo mucho más tranquilo.

 

 

Locomotoras a vapor, innovación en la Revolución industrial - Pioneras de la informática
Foto de una locomotora, de Adam Gavlák on Unsplash

Fue una época de muchos cambios, y no solo en la manera de moverse y fabricar las cosas. Era una nueva manera de entender el mundo.

Ciencia en la Inglaterra del 1800

También fue una época interesantísima para la ciencia, en la que todo estaba en ebullición. En la Inglaterra de aquella época no era difícil que Darwin coincidiera en una fiesta con Charles Lyell, uno de los fundadores de la geología moderna. Seguro que si los dos se entusiasmaban hablando de fósiles, podían empujar sin querer a Faraday, gran estudioso del electromagnetismo, quien sin duda se echaría la bebida por encima. ¿Veis a aquel señor riéndose del pobre Faraday en un rincón de nuestra fiesta inventada? Es Charles Dickens, el famosísimo escritor. Seguro que conocéis su Cuento de Navidad. Vamos, que era una época tremenda. 

En ese tiempo vivía un matemático muy salsero que participó en muchas sociedades científicas, algunas más serias que otras. Formó parte por ejemplo de una que quería demostrar de una vez por todas si los fantasmas existían o no, recogiendo pruebas a favor o en contra. Se llamaba Charles Babbage

Hacemos una pausa aquí para reflexionar sobre lo endemoniadamente común que era el nombre “Charles” en la época, ¿no os parece? Solo en los últimos dos párrafos hemos recolectado 4: ¡Charles Darwin, Charles Lyell, Charles Dickens y Charles Babbage! 

Pero no nos dejemos distraer. ¡Sigamos!

Babbage lo anotaba y lo contabilizaba todo. Le encantaban los números y con el tiempo ocuparía el mismo puesto en Cambridge que tenía Newton (La cátedra Lucasiana de Matemáticas). Babbage era un gran admirador del progreso que las máquinas estaban trayendo a tantos aspectos de la vida y quiso extenderlo a los cálculos. 

Los cálculos son tímidos y casi no se asoman a la historia. No les gusta robar protagonismo. Quizá sientan que nadie los va a entender. Pero por detrás, en la sombra, lo sostienen todo

Por ejemplo, todos tenemos esa idea de los marineros de la época de Colón, etc, mirando por aparatos la posición del sol y las estrellas para saber dónde estaban. Pero probablemente no hayamos visto nunca ningún cuadro en el que aparezcan haciendo lo que viene después: abrir un libro gordísimo y buscar los números que han medido con sus instrumentos para saber dónde estaban y si seguían el ritmo correcto. ¡Ahí los tenemos! Cálculos.

Tablas de navegación antiguas, Ephemerides de Regiomontanus, usado por Colón - Pioneras de la informática
Imagen del “Ephemerides” de Johannes Regiomontanus, publicado en 1474, disponible a través de la página de la Universidad de Insbruck (Austria).

Por ejemplo, Colón llevaba el Efemérides de Regiomontano para orientarse. Era un libro de unas 900 páginas (de las antiguas) con unos 300 000 números con la posición de los planetas para cada día de los 32 años siguientes a su publicación. El de Colón había sido publicado en 1475 e iba hasta 1506.

En resúmen, hacían falta cálculos para medir distancias, cálculos para medir el tamaño de las granjas, para construir puentes, torres, etc. Cálculos para todo que tenían que hacer calculadoras humanas, personas. Hacían las cuentas, anotaban los resultados en tablas y estos resultados tenían que ser revisados una y otra vez antes de ser impresos y distribuídos en libros. 

Babbage pensaba que esto era un trabajo que sin duda debería hacer una máquina. Una máquina que no existía aún y que por tanto tenía que inventar.

Sin perder tiempo se puso manos a la obra.

Charles Babbage y la máquina diferencial

Mirad, este es Charles Babbage de jovencito. Tiene un aire meditabundo, ¿a que sí?

Seguro que ya estaba pensando en su máquina.

Retrato de Charles Babbage joven - Pioneras de la informática
Retrato de Charles Babbage, National Trust, dominio público vía Wikimedia Commons
Máquina diferencial de Charles Babbage, modelo 1 - Pioneras de la informática
Máquina diferencial modelo 1, foto del Computer History Museum de California, EE UU.

Charles construyó un pequeño modelo de su máquina que funcionaba a manivela. ¡A que es precioso!

Su idea era hacer una máquina mucho más grande y poderosa que hiciera los cálculos a vapor. Este modelo le sirvió para conseguir que el gobierno inglés de la época le diera dinero y para impresionar a la gente en las fiestas

¿A qué gente? Pues a toda la que mencionábamos al principio: A Darwin, Lyell, Dickens, Faraday y muchos más. También a alguien muy especial, a la jovencísima Ada Lovelace y a su madre, Anna Isabella Noel Byron.

Ada Lovelace y la máquina diferencial

Ada era la hija de Lord Byron y Anabella Noel Byron.

Su padre era un poeta romántico famosísimo. Una especie de estrella del Rock de la poesía que vivió rápido y muy apasionadamente. Tenía este aspecto:

Retrato de Lord Byron, padre de Ada Lovelace - Pioneras de la informática
Lord Byron, retrato por autor desconocido, imagen de dominio público vía Wikimedia Commons.
Retrato de Lord Byron, padre de Ada Lovelace, con traje tradicional albanés - Pioneras de la informática
Lord Byron  con traje albanés. De Thomas Phillips, dominio público, vía Wikimedia Commons.

Vamos, os hacéis a la idea: rompía corazones a mansalva, se metía en mil y una aventuras y escribía de fábula.

La madre de Ada era más tranquila y analítica, pero también revolucionaria a su manera.

Byron la llamó en una ocasión la “princesa de los paralelogramos”, y es que le entusiasmaban las matemáticas y la astronomía.

Sus ideas políticas eran muy avanzadas para la época. Estaba en contra de la esclavitud y luchó por la igualdad de los derechos de las mujeres.

Retrato de Annabella Byron, madre de Ada Lovelace - Pioneras de la informática
Retrato de la madre de Ada Lovelace, Anna Isabella Noel Byron. Por Charles Hayter. Imagen de dominio público vía Wikimedia Commons.

 

Ada nunca conoció a su padre y su madre la educó para que supiera de todo. Ada enseguida mostró mucho interés por aprender, sobre todo matemáticas, aunque también hablaba varias lenguas y se cuenta que, cuando tenía trece años, pasó mucho tiempo intentando diseñar una máquina que pudiera volar como los pájaros.

Ada Lovelace a los 17 años - Pioneras de la informática
Retrato de Ada Lovelace a los 17 años, cuando todavía era Ada Byron. De autor desconocido y dominio público, vía Wikimedia Commons.

 

A pesar de tener solo 17 años cuando vio la máquina, Ada quedó absolutamente fascinada. Quiso saberlo todo sobre ella y aprender muchas más matemáticas.

Como en aquel siglo, las mujeres no podían ir a la universidad, Ada estudió matemáticas por carta

Aquí vemos una de las cartas que intercambiaba con sus profesores.

Carta de Ada Lovelace a De Morgan sobre cálculo diferencial. Pioneras de la informática
Carta de Ada Lovelace a De Morgan, uno de sus profesores de matemáticas. Imagen de dominio público vía Wikimedia Commons.

¿Más difícil todavía?: La máquina analítica

¿Y consiguió Babbage construir su máquina diferencial? Pues desgraciadamente no. Pasó 10 años trabajando en ella y teniendo un montón de problemas detrás de otro. Al final, como os contábamos en el episodio, se quedó sin dinero y sin terminar la máquina

Además, es posible que Babbage fuera un genio, pero también un poquito disperso. Cuentan que, en una feria, Babbage vio una máquina en acción que lo dejó patidifuso. Se trataba nada menos que de una de las máquinas de tejer de Jacquard.

Máquina de tejer de Jacquard, con tarjetas perforadas, inspiración para Charles Babbage - Pioneras de la informática
Máquina de tejer de Jacquard, que conseguía tejer patrones complicados de manera automática, usando tarjetas perforadas. Foto de Stephencdickson, CC BY-SA 4.0 vía Wikimedia Commons.

Estas máquinas eran el último grito. Tejían telas con patrones muy complicados, de manera automática, siguiendo las instrucciones que se le daban mediante tarjetas perforadas. Todo un avance tecnológico. 

 

Si queréis ver la máquina en acción y entender cómo funciona esto de las tarjetas perforadas, no os perdáis el siguiente vídeo:

Vídeo que explica el funcionamiento de las tejedoras de Jacquard creado por el V&A Museum, Reino Unido.

Entonces Babbage comenzó a soñar con una máquina más complicada. Una que juntara cálculos con instrucciones más completas que podrían serle dadas mediante tarjetas perforadas. Algo más complejo, más interesante, más grande y… más caro.

Y os preguntaréis, ¿pero quién iba a darle dinero para este nuevo proyecto si aún no había terminado la otra máquina? Y la respuesta es: en Inglaterra, nadie. 

¿Y quién estaría dispuesto a echarle una mano con semejante locura? Seguro que ya lo habéis adivinado: Ada. 

Aunque en los años que siguieron a su encuentro Ada hizo lo que se esperaba de una mujer de su época (se casó y tuvo familia), siguió “en los ratos libres” trabajando en la máquina con Babbage. 

En 1840, Babbage se fue de tour por Europa para conseguir financiación para su nueva máquina. Dio una charla en Turín, Italia en la que explicó cómo funcionaba y un matemático italiano, Luiggi Menabrea, lo apuntó todo y lo publicó en un artículo en francés.

El artículo de Menabrea y las famosas notas de Ada Lovelace

Menabrea sería años después primer ministro de Italia, pero eso es otra historia. En nuestra historia escribió un artículo en francés sobre la máquina. ¡El primero! “¡Ese artículo hay que traducirlo!” Pensó Ada. Estaba convencida de que era el primer paso para que la máquina se comprendiera en Inglaterra y poder conseguir el dinero para construirla finalmente. 

¿Hablaba Ada francés? ¡Toma, claro! Se puso enseguida manos a la obra. Pero… el artículo tenía cosas incorrectas…, y otras que podrían explicarse mejor…, y otras importantes que Menabrea había olvidado mencionar… Así, Ada, intercambiando muchísimas cartas al día con Babbage (puesto que no había móviles) tradujo, corrigió, amplió, mejoró el artículo de Menabrea. Tanto que sus notas son tres veces más largas que el mismo artículo. 

En 1842 se publicó el artículo traducido al inglés con las notas de Ada. Estas notas eran anónimas, firmadas tan solo por las siglas A.A.L. Firmar solo con las siglas no era algo raro para las mujeres de la época. 

Os dejamos el enlace al artículo en la caja amarilla de referencias sesudas.

Visiones de futuro y el primer programa de ordenador

¿Qué hay en esas notas? De todo. Ada explica que la máquina podría hacer cálculos muy complicados pero también manejar otras cosas además de números. Podría por ejemplo componer música. Estas ideas son muy avanzadas para la época. Es por ello que decimos que Ada era una visionaria.

Además, en las notas se encuentra lo que muchos consideran como el primer programa de ordenador:

Diagrama del primer algoritmo por Ada Lovelace - Pioneras de la informática
Diagrama de un algoritmo para la máquina analítica. Programa de ordenador que sirve para calcular los números de Bernuilli, por Ada Lovelace. Imagen de dominio público, vía Wikimedia Commons.

¿Lo hizo Ada sola? Es difícil saber a ciencia cierta qué pasó exactamente en el pasado. Como os contábamos antes, Ada y Babbage intercambiaron muchas cartas mientras Ada escribía las anotaciones. Pero la opinión es casi unánime: el algoritmo, el primer programa, es de Ada. 

Un programa es una serie de instrucciones paso a paso. En el episodio habéis escuchado a nuestro público y a Maite dando instrucciones a Lupito para llegar a la meta. Seguro que queréis ver los recorridos. Aquí los tenéis. El primero es el más fácil, luego viene uno con un pequeño obstáculo y el tercero es ¡la prueba final!

¿Os animáis vosotros también? Las órdenes son de cuatro tipos: adelante, atrás, arriba y abajo. Dándole instrucciones pasito a pasito, ¿conseguís que Lupito llegue a la meta? Pues habéis escrito vuestro primer programa.

Recorridos de Lupito. Programar para niños. Pioneras de la informática.
Recorridos de Lupito que los niños se animaron a programar  en el episodio grabado en directo en el Espacio Fundación Telefónica.

¿Qué os parece esto de programar? Si os pica el gusanillo y queréis seguir, en esta dirección (Code.org) encontraréis varios cursos y actividades para seguir programando. Los hay hasta para los que todavía no sabéis leer. ¡Programar para todos!

¿Llegaron Ada y Babbage a construir la máquina analítica?

No. Por desgracia Ada, pocos años después de la publicación del artículo, cayó enferma y murió. Era jovencísima. Tenía 36 años

Babbage se dispersó, se dedicó a otro millón de cosas, a algunas muy intensamente, pero nunca terminó la máquina analítica. Pasó algún tiempo perfeccionando los planos de la primera máquina, de la máquina diferencial, y le añadió una impresora y todo, pero no la construyó. 

Pero… sorpresa, en los años 90 un grupo de científicos decidieron ver si con los planos de Babbage podría construirse la máquina diferencial Nº 2. Tenían mucha curiosidad por ver si podría funcionar y … ¡mirad esto!

Vídeo de la máquina diferencial Nº 2 de Babbage, hecho por el Computer History Museum de California. EE UU. 

No sé a vosotros, pero a nosotras se nos salta la lagrimilla al ver la máquina en acción. Tiene más de 8000 piezas y calcula e imprime tablas de funciones polinómicas hasta el decimal 31º. Una pasada. 

¿Quién sabe cómo sería el mundo hoy si hubieran construido su máquina analítica?

La historia de Ada Lovelace: inspiradora

Hay alguien que ha imaginado un universo paralelo en el que Ada y Babbage logran construir su máquina. Es una animadora y dibujante de cómics genial llamada Sydney Padua

Aquí podéis encontrar (en inglés) la primera historieta que publicó sobre Ada y Babbage.

Y aquí la reconstrucción que ha hecho de la máquina analítica a partir de los planos existentes. Sydney ha creado incluso vídeos 3D de cómo funcionarían sus mecanismos. ¡Increíble!

Sydney ha hecho un trabajo de investigación tan increíble y tiene tanto talento y sentido del humor que se ha convertido automáticamente en una de nuestras ídolas. Su cómic llamado “The thrilling adventures of Lovelace and Babbage” se ha publicado en español bajo el título “Las emocionantes aventuras de Lovelace y Babbage” y es una joya (aunque no es para lectores menudos, al menos sin un mayor acompañante y con ganas muchas de explicar). 

Ada Lovelace, inspiración para todas. Visionaria y matemática. Gif de Sydney Padua
Uno de los Gif sobre Ada hechos por Sydney Padua para celebrar el día de Ada Lovelace. 

El 12 de octubre se celebra el día de Ada Lovelace, una celebración internacional de los logros de las mujeres en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Y es que Ada, se construyera la máquina o no, fue un ejemplo de curiosidad, tesón, visión de futuro y capacidad matemática. Todo un modelo a seguir.

Y bueno, nos despedimos hasta el próximo episodio del especial del 11 de febrero. Como prometido, aquí podéis encontrar el vídeo de la grabación completa en vivo. 

¡Nos oímos!

Vídeo de la grabación en vivo en el Espacio Fundación Telefónica del episodio completo dedicado a las pioneras de la informática, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia.

– LA CAJA AMARILLA DE LAS REFERENCIAS SESUDAS

Madres, padres, maestros y adultos en general, aquí os dejamos algunas de las referencias que hemos usado para crear el capítulo, por si tenéis curiosidad:

  • Un artículo fantástico sobre Ada Lovelace de la revista Wired, escrito por el físico y científico computacional Stephen Wolfram (en inglés).
  • Las páginas de wikipedia en español sobre Ada, Babbage, la madre de Ada y el padre de Ada.
  • En 2015 se celebró en Oxford un simposio sobre Ada Lovelace por el 200 aniversario de su nacimiento. Expertos de todo el mundo y de diferentes áreas hablaron de ella sin descanso durante varios días. En esta página podéis encontrar muchas de las conferencias en formato podcast.
  • Y aquí tenéis el artículo de Luiggi Menabrea traducido y anotado por Ada.

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2 comentarios en “Ada Lovelace – Pioneras de la informática”

  1. Hola Xaviera y Maite. Me llamo Marina, y tengo una pregunta que podriais resolver en la proxima temporada. La pregunta es esta:
    ¿Por que sentimos dolor?

    1. Hola, Marina:
      Gracias por tu pregunta. Como seguro que ya sabrás, hemos dejado de hacer episodios. De todos modos no queríamos dejar de decirte que tu pregunta es fantástica.
      A la hora de intentar averiguar por qué sentimos dolor podemos pensar en varias cosas: una es el “cómo”, es decir, los mecanismos de sentir dolor y la otra es el “porqué”, o sea, la razón por la que sentimos dolor.
      Una respuesta rápida al “cómo” es: con el sistema nervioso. Tenemos una red de nervios que recorren el cuerpo y envían información al cerebro, avisándolo de que algo no va bien.
      El “porqué” es muy interesante también. Es bastante desagradable que algo nos duela, pero es muy útil para mantenernos de una pieza. ¿Qué pasa, por ejemplo, si un animalillo te muerde el dedo? Pues lo quitas rápido, ¿a que sí?. Imagínate ahora qué es lo que pasaría si no sintieses nada de nada. Seguramente ni te darías cuenta de que te lo están mordiendo y la cosa, bufff, ¡podría terminar muy mal! Pues para eso sirve el dolor. Para avisarnos de que algo no va bien. Así podemos prestar atención a la causa del dolor e intentar arreglar el problema.
      ¿Qué te parece? Muy interesante, ¿verdad?
      Gracias por hacernos una pregunta tan buena.
      ¡Un saludo lupasónico y hasta pronto!
      Xaviera y Maite

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