El PERRO – Una amistad de milenios

El perro - Una amistad de milenios

2ª Temporada

EL PERRO

Una amistad de milenios

Los perros son nuestros mejores amigos. Nos acompañan desde la Edad de Piedra, pasean por nuestras calles y viven en nuestras casa. Sin embargo, tienen más en común con el lobo feroz de lo que pensamos: son primos. ¿Cómo fue que nos hicimos amigos? ¿Cómo se forja una amistad de milenios? Descubre con nosotras cómo han logrado que caigamos rendidas a sus encantos.

MATERIAL EXTRA

El perro - el mejor amigo del hombre
Foto de un perro mirándonos  con cara de majete.  Foto de Helena Lopes vía Unsplash

El perro – Una amistad de milenios

¿Habéis visto esa carita de la foto? ¿Y esos ojos tiernos? Lo confesamos. No  hemos podido resistirnos a sus encantos y le hemos dedicado un episodio enterito. Sí, un episodio para ellos solos. Y es que a pesar del amor de Xaviera por las hormigas, no hay otra amistad igual. Por algo se dice eso de que los perros son el mejor amigo de hombre.  No es una frase hecha. Ni un decir por decir. Lo cierto es que con ningún otro animal nos unen 20.000 años de amistad.

 

Sí, sí. Habéis oído bien. 20.000 años.  Literalmente, una amistad de milenios.

Y como os podéis imaginar, en tantos años da tiempo a conocerse muy pero que muy bien. Pero no nos adelantemos.  Vayamos por partes.

¿Cómo empezó todo? 

Pues todo empezó con un lobo. O mejor dicho, con el tatatatatatatatatatatatatatata-tarabuelo de los lobos y los perros, una especie de lobo primitivo.

Y es que señoras y señores, niños y niñas, los lobos y los perros son primos hermanos. Sí, el lobo feroz y Milú son primos.

Lobo

Unsplash

Seguro que ahora te estás preguntando, ¿cómo te haces amigo de un lobo? ¿Cómo acabas metiendo en tu casa a un animal salvaje?

Porque claro, los lobos son muy majos, y muy importantes para el ecosistema, pero no dejan de ser animales salvajes. Animales salvajes que cazan en manada y que son  carnívoros para más señas.

Manada de lobos en la nieve - El perro una amistad de milenios
Manada de lobos en la nieve – Foto de Eva Blue desde Unsplash

¿Qué hace aquí ese lindo lobito?

Pues todo comenzó hace mucho tiempo. En algún momento entre 40.000 y 15.000 años atrás. Estábamos en plena Edad de Piedra y el Hombre en aquella época todavía vivía en cuevas, cazaba bisontes y no conocía la agricultura.  Fue ahí dónde empezó a forjarse la amistad entre perros y humanos.

Pero en contra de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, los humanos no domesticaron a los lobos.  No, que va.  Fue justo al revés. Los perros se autodomesticaron ellos solitos. Fueron ellos los que decidieron acercarse a los humanos.

Parece que algunos lobos, los más curiosos y amigables, se acercaron a los campamentos de humanos en busca de restos de comida. Cómo no parecían peligrosos, los humanos empezaron a dejarles estar, y así, poco a poco, se fueron volviendo como de la familia. 

Reproducción asentamiento paleolítico
Reproducción de un asentamiento paleolítico – Paxala

Amigos en las cavernas

Pintura rupestre perro - Wadi Tashwinet Sahara libio. Hace 7000 años El perro una amistad de milenios
Pintura rupestre de un cazador caminando con su perro. Neolitico.
Wadi Tashwinet Sahara libio. Hace 7000 años. 

Y lo que empezó siendo una relación de interés, acabó convertiéndose en una AMISTAD, con mayúsculas.

Esos primeros perros se volvieron el compañero ideal. Cazaban juntos, ayudaban a proteger los campamentos, y hasta les acompañaban en los largos viajes.

Los llevaban consigo en las largas travesías y expediciones. Allí dónde iba el hombre, iban también los perros. Y tal y como os contamos en el episodio, se han encontrado también varios enterramientos en dónde  hay perros enterrados con todos los honores  junto a  humanos.

 

Pintura rupestre perros cazando. Tassili. Argelia El perro una amistad de milenios
Pintura rupestre. Tassili. Argelia

Pero como dice Xaviera, la prueba definitiva, es la comida. Se sabe que los perros y los humanos compartían la cena. Si eso no es amor…

Y lo de la comida es curioso.  Los perros tienen cambios en su genoma que les permiten comer el almidón y cereales. Vamos, patatas y pasta. Poco a poco han ido dejando atrás la dieta carnívora de sus antepasados para comer prácticamente todo lo que  comemos nosotros.

Incluso se sabe que algunas razas de perros, esas que llevan mucho tiempo criándose en Europa, toleran algo mejor la leche. Al menos mejor que que otros perros.  Vamos, que si tu humano bebe litros de leche, quizás mejor acostumbrarse a ello.

Pero volvamos a los campamentos…

Pintura Prehistórica Perros cazando - El perro una amistad de milenios
Pintura prehistórica de perros y humanos cazando juntos.

Del lobo al perro – Cambios físicos

Poco a poco esos lobos primitivos, se fueron volviendo más dóciles y amigables. 

No fue de la noche a la mañana. Qué va. Al contrario. Probablemente hicieron falta cientos, miles de años.  Pero al final  esos lobos curiosos se acabaron convirtiendo en una nueva especie. Había nacido el perro.

cambios físicos entre el perro y el lobo
  Foto lobo Yellowstone National Park –  Foto Doug Smith (NPS) Vía Wikimedia 
cambios físicos entre el perro y el lobo
Foto de perro Alyssa Graham para Unsplash

Y es que el perro y el lobo, aunque primos hermanos, son bastante diferentes entre sí.  Los perros son:

  • Más pequeños y menos corpulentos.
  • Tienen el hocico menos puntiagudo.
  • Tienen los dientes más pequeños y menos afilados.
  • Las orejas son menos puntiagudas, e incluso a veces están totalmente caídas.
  • La cola es más curvada.
  • Y los ojos son más grandes y aniñados.

Al final el perro se ha ido convirtiendo en una especie de cachorro grande. Todos sus rasgos son más suaves y amables que los de los lobos.  Tienen así como cara simpática. Vamos, que dan como mucho menos miedo. 

Ojitos tiernos

Y entre todos los rasgos de la lista, quizás el más llamativo es el de los ojos. Esos ojos grandes, redondos y tiernos que te miran  fijamente y a los que no puedes resistirse. Esos ojos que consiguen que Xaviera y yo nos derritamos. 

Definitivamente, son una de las armas secretas que tienen los perros para provocar ataques agudos de ternuritis.

El perro una amistad de milenios
Foto de perro poniendo caritas irresistibles. Foto de Sofia Guaico vía Unsplash

A ver quién es el guapo/a que se resiste a esa carita. A esos ojitos que te miran fijamente. A esas cejas haciendo gestitos… Nosotras desde luego no podemos. No somos de piedra.

Y claro, hasta eso tiene su ciencia.

Los científicos han estudiado la cara de los lobos y la de los perros y han encontrado una diferencia importantísima. Los perros tienen dos músculos justo alrededor de los ojos que no están en sus primos los lobos. Dos músculos con unos nombres muy particulares. 

  • Levator anguli oculi medialis (LAOM): Levanta la ceja haciendo que el ojo parezca más redondo y triste. Cómo el de un niño.
  • Retractor anguli oculi lateralis (RAOL):  Tira del parpado hacía las orejas. 

Y estos dos músculos con nombre de conjuro de Harry Potter están en todas las razas de perro. Bueno en casi todas. En los huskys, una de las razas más antiguas y más parecidas a los lobos estos músculos están muy poco desarrollados.

Músculos faciales perros - La Lupa Sónica
 Diferencias fáciales entre un perro y un lobo.
Tim D. Smith (Cambridge University Press, Cambridge, UK) – PNAS

Kilos de oxitocina

Pero no acaba aquí la cosa. Los perros han conseguido hackear hasta nuestras hormonas.

Cuando una mamá está con su bebe, cuándo estamos con alguien que queremos o cuándo estamos en familia, segregamos una hormona especial: La oxitocina. La hormona del amor. Es como una señal que produce el cuerpo cuando estamos a gusto y cerca de la gente que queremos.

 

Pues se  ha visto que cuando estamos con nuestro perro segregamos justo esta misma hormona. Y no solo nosotros. Los perros también la producen. Es amor mutuo.

Cuando nos miran con esos ojitos y nosotros les miramos con ternura, hay quilos de oxitocina flotando por el ambiente.

Bostezos contagiosos

Los perros nos han hackeado la hormona del amor, saben cómo hacer que nos derritamos,  saben lo que pensamos, entienden lo que les decimos, y hasta bostezan cuando nosotros bostezamos.

Sí, has oído bien. Los perros bostezan como nosotros. Pero no solo bostezan porque tengan sueño o están cansados. También bostezan por amistad.

Seguro que te ha pasado alguna vez. No tienes  sueño, pero alguien bosteza a tu lado y a ti al momento te entran unas ganas horribles de bostezar. No puedes evitarlo. Es algo muy común. Son los bostezos contagiosos y se creen que son una señal de empatía.

Pues a los perros también les pasa. Cuando ven a una persona bostezar es muy probable que ellos también bostecen. Y si esa persona es su dueño las probabilidades de que bostecen son aún más altas.

Y para terminar os dejamos con algunas fotos de perros con sus dueños… ¿Verdad qué tienen un aire?

Aquí os dejamos unas pocas, pero es este enlace tenéis muchas más.

Do You Look Like Your Dog? Un proyecto del fotógrafo de animales Gerrard Gethings. Ha sacado un libro con todas las fotos.

– LA CAJA AMARILLA DE LAS REFERENCIAS SESUDAS

Madres, padres, maestros y adultos en general, aquí os dejamos algunas de las referencias que hemos usado para crear el capítulo, por si tenéis curiosidad:

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